Rafael Arias Fernández

Rafael Arias Fernández

Discapacidad: Ceguera

Biografia: Nació en Madrid en 1950, y desde muy pequeño empezó a dibujar. Cursó clases de pintura con una maestra italiana donde aprendió todo sobre las mezclas de los colores y la técnica al óleo. Luego estudió dibujo publicitario, fotografía y decoración en la Academia de Bellas Artes de Madrid. En 1990 se quedó ciego, teniendo que abandonar la pintura a la que volvió en 1993 creando su propia técnica de pintura al óleo. Ha realizado más de cuarenta exposiciones en más de diez países diferentes. Su técnica se vale de gomas elásticas entrecruzadas, estableciendo con ellas los parámetros de la futura composición, también se ayuda de reglas, alambres, cables y objetivos diversos dependiendo del tema de la pintura. Sobre esos materiales va dibujando con pintura acrílica en tuvo o de relieve los diversos trazos, una vez seca retira las gomas y demás objetos empleados, quedando plasmada en el lienzo la silueta deseada en relieve, lo que le permite su fácil localización por el tacto. Los colores los realiza sobre el lienzo o en recipientes, tratando de conseguir combinaciones que permanecen en su memoria del tiempo en que no había perdido la vista. Trabajó en varias agencias publicitarias y tuvo su propia agencia más tarde. Pero ya, con los problemas visuales manifestándose, tuvo que dejarlo y montó una tienda de fotografía. En 1990 pierde totalmente la visión. Poco a poco desarrolló sus propias técnicas, probando todo tipo de cosas y practicando mucho. Utiliza la pintura al óleo porque es una sustancia que, aplicada en cantidad y una vez seca, da un relieve bueno, que le permite seguir con el tacto la composición y las formas individualmente. Rafael nos dice: “Pintar es para mí una desconexión, casi una terapia. Requiere toda mi concentración y es un trabajo duro, pero al mismo tiempo me relaja mucho. El proceso de crear algo es muy intenso, y lo que siento, tras la última pincelada, una vez terminada la obra, es tan especial y satisfactorio que merece la pena. Mis cuadros ya me han llevado a varios países. El viajar, hablar con la gente, compartir mis cuadros e intercambiar ideas, me encanta. Creo que nada es imposible, y espero que esto quede reflejado en mis cuadros”.

Obras en el museo: 11


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