Rafael González González
Cronologia: 1944-2006
Estilo: Figurativo
Biografia: Descendiente de generaciones de ebanistas y artesanos relacionados con la madera, fue un escultor autodidacta que marchó con 14 años a la Universidad Laboral de Sevilla tras ganar una beca para estudiar, sacando allí el título de tornero industrial. Posteriormente vivió en Palma de Mallorca, San Sebastián y Madrid. A partir de 1969 residió en Ávila hasta su muerte, donde trabajó en el Museo Provincial. En los primeros años de la década de los 70 hizo su primera escultura en madera inspirado por la escultura egipcia y africana, comenzando tras estas a hacer esculturas de influencia románica y religiosa al tallar vírgenes, santos y a Cristo crucificado. Después comenzó a hacer bargueños tallados de nogal hasta que su salud le hizo tener que dejarlo poco antes de morir. En 1981 participó en una exposición colectiva de artistas de Ávila en la misma ciudad. A medida que trabajaba no conseguía acumular obra para exponerla por venderla rápidamente al ser mostrada y trabajar por encargo. La ONCE le pidió que realizara relieves tallados de los capiteles de la iglesia de San Vicente para que pudieran ser conocidos por las personas con problemas visuales y la maqueta tallada en nogal, escala 1:1000 de la ciudad de Ávila por encargo del Museo Tiflológico de la ONCE de Madrid, donde se halla hasta hoy tras haberse expuesta previamente en Ávila con gran éxito, motivo por el que se mantuvo en la ciudad 15 días más antes de ser llevada al museo de Madrid. También realizó obras para completar las obras dañadas o destruidas colaborando a petición de los restauradores encargados en las restauraciones de la ermita de San Segundo en Ávila, en la década de los años ochenta, el retablo de Calvarrasa, Salamanca y el Retablo de la Anunciación de Herradón de Pinares. También hizo un relieve mostrando una panorámica de Ávila para el Colegio de Aparejadores de Ávila. La Cofradía de San Pedro Bautista de San Esteban del Valle quiso encargarle una escultura de este santo para la nueva parroquia que se iba a construir en Ávila, pero él quiso que presentara sus diseños su hija Elena González Sánchez, entonces licenciada en Bellas Artes. La cofradía eligió uno de ellos y Rafael ayudó y apoyó a su hija para comenzar la escultura que puede verse hoy en la iglesia de dicha parroquia, no pudiendo realizarla ambos juntos por los problemas de salud que ya tenía Rafael, por lo que la talló y terminó Elena, aunque la firmara con su nombre y el de su padre como reconocimiento de que sin su apoyo no se hubiera podido realizar. Hoy se conservan obras de Rafael en España y el extranjero. Pese a no haber sido muy reconocido tuvo amistad con otros escultores de su época como Aurelio Teno, Jorge Muller e incluso un escultor japonés al que conoció a su paso por el museo de Ávila.
Obras en el museo: 1