El Museo Tiflológico de la ONCE dedica una exposición a la vida y obra del músico ciego Rafael Rodríguez Albert

Fecha: 24/11/2022

El Museo Tiflológico de la ONCE homenajea al músico ciego Rafael Rodríguez Albert con una exposición que reúne la vida y obra de este compositor ciego, y que puede visitarse hasta el 10 de diciembre en horario de martes a viernes de 10 a 15 horas y de 16 a 19 horas; sábados de 10 a 14 horas; domingos, lunes y festivos, cerrado, en calle La Coruña, número 18, Madrid.

Ana Díaz Alonso, consejera general de la ONCE, y María José Sánchez Lorenzo, coordinadora del Museo Tiflológico de la ONCE, inauguraron esta exposición, en la tarde de ayer, tras una conferencia impartida por el musicólogo Pedro López de la Osa, que estuvo acompañado por Beatriz Rodríguez (hija de Rafael Rodríguez Albert), y Mireia Rodríguez Dilla, guía del Museo Tiflológico. Tras la inauguración, las personas asistentes disfrutaron de la música ofrecida por la cantante lírica afiliada a la ONCE Rosa Moreno y el pianista, también afiliado a la ONCE, Yulian.

Esta exposición se realiza en colaboración con la Universidad de Alicante, y está comisariada por el Catedrático de Historia Contemporánea de dicha institución, José Miguel Santacreu.

Esta muestra retrospectiva del compositor alicantino está formada por seis paneles, diseñados por la Universidad de Alicante, así como por partituras y objetos que recrean su ambiente de trabajo; además de un retrato de Rafael Rodríguez Albert realizado por José Manaut Viglietti, perteneciente a los fondos de la Biblioteca Nacional de España. Pedro López de la Osa, junto a Beatriz Rodríguez, en un momento de la conferencia

La exposición recoge su amplia trayectoria, marcada por su formación y presencia en diversas ciudades, tales como su Alicante natal, Valencia, Granada y Madrid, gracias a las que consolidó un estilo propio, influido por personalidades a las que conoció, y quienes, al mismo tiempo, lo animaron y apoyaron en su carrera como compositor, docente y pianista.

La temprana ceguera de Rafael Rodríguez Albert nunca supuso una barrera en su desempeño musical. Su trabajo fue reconocido en numerosas ocasiones con prestigiosos galardones, tales como el Premio Nacional de Música, obtenido en 1952 y 1961, además de otros destacados, como el Premio Nacional de Composición ‘Manuel de Falla’ en 1977, entre otros.

Fue profesor en el Colegio Nacional de Ciegos y contribuyó al desarrollo de la escritura Braille para música. Asimismo, desempeñó diferentes cargos en la ONCE.

Fue su padre quien le inició en el estudio de la música. Con 12 años, escribió su primera obra musical. Viajó varias veces a París, donde conoció a Poulenc, Milhaud y Maurice Ravel. Recibió consejos de Manuel de Falla.

Rodríguez Albert perteneció a la generación musical del 27. Junto a Federico García Lorca trabajó en una ópera de cámara titulada ‘Inquietud’, que se perdió en la guerra. Fue amigo de Ramón Gómez de la Serna, al que acompañó en la visita al Huerto del Cura, en 1933; y para el dramaturgo Antonio Buero Vallejo musicó la canción ‘La pastora Corina’, de su ‘Concierto de San Ovidio’, en 1962. Una persona ciega toca uno de los utensilios que se utilizaban hace años para reproducir música

En su obra, muy amplia, cultivó diversos géneros, desde la música sinfónica, a la de cámara, pasando por el teatro musical, coros, bandas, piano y guitarra. gran parte de su obra posee una estética mediterránea de ambiente luminoso. Se implicó en las vanguardias de la época participando en la evolución que la música experimentó en España.

El Museo Tiflológico de la ONCE

El Museo Tiflológico es un espacio accesible a todos los públicos, donde se emplean, como canales de entrada de la información, el tacto y el oído, junto al tradicional de la vista. En sus salas se muestran cuatro colecciones: la de maquetas de monumentos arquitectónicos, la de obras de artistas con discapacidad visual grave, la de material tiflológico y la de libros en braille y otros sistemas de escritura anteriores a la creación de la ONCE.

Se inauguró el 14 de diciembre de 1992 y es un espacio concebido para que sus visitantes puedan ver y tocar las piezas expuestas, aunque lo que realmente lo hace original y único es el hecho de ser un museo que nace por decisión de sus usuarios y diseñado por estos a la medida de sus necesidades.

En él se exhibe el patrimonio cultural de la ONCE y se desarrollan los programas de exposiciones temporales de obras de artistas ciegos y de extensión museística a través de la exposición itinerante de sus fondos. El objetivo es promocionar y satisfacer las necesidades culturales de las personas con discapacidad visual grave, así como servir de escaparate a los esfuerzos de integración y normalización perseguidos por la ONCE.

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