La sordoceguera es una discapacidad que resulta de la combinación de una deficiencia visual y auditiva que dificulta seriamente la comunicación, llegando a necesitar la persona utilizar sistemas especiales de comunicación para conectar con el entorno.

Algunas personas sordociegas pueden tener un resto de visión, de audición o ambos y otras, en cambio no ver ni oír nada.

Además de las dificultades de comunicación, las personas sordociegas tienen dificultades para saber lo que pasa a su alrededor, acceder a la información, orientarse y desplazarse de forma autónoma.

Algunos nacen sordociegos y otros quedan sordociegos a lo largo de la vida. Si nacen sordociegos el aprendizaje y su desarrollo y acceso a la comunicación y al entorno será mucho más complejo. Si adquieren la sordoceguera a lo largo de la vida, bien por haber nacido ciegas y perder posteriormente el oído, bien por haber nacido sordas y perder posteriormente la vista o bien porque se pierda la visión y la audición en distintos momentos de la vida, habitualmente todos tendrán un sistema de comunicación y un conocimiento del mundo previos, estando por tanto sus necesidades más relacionadas con los apoyos necesarios para adaptarse a la nueva situación.

El Museo cuenta con piezas que fueron empleadas para facilitar el acceso a la información a las personas con sordoceguera, así como para favorecer su comunicación con otras personas.